La guerra en Ucrania ha dado un giro significativo con el reciente ataque a la estratégica base aérea Engels, que ha causado graves daños a las fuerzas rusas.
En un giro sorprendente de los acontecimientos, Ucrania ha encontrado una defensa innovadora contra los drones rusos utilizando redes de pesca industriales
La invasión rusa de Ucrania ha marcado un hito en la historia militar moderna, con el lanzamiento de 2.275 misiles contra objetivos ucranianos, la cifra más alta para una campaña desde la Segunda Guerra Mundial.
La reciente tregua entre Rusia y Ucrania, acordada por Donald Trump y Vladimir Putin, ha vuelto a poner de manifiesto la importancia del famoso "teléfono rojo", un canal de comunicación directa entre Estados Unidos y Rusia que, contrario a su nombre, nunca fue realmente un teléfono ni de color rojo.
La operación ucraniana en la región rusa de Kursk se desarrolló como un complejo episodio militar con resultados mixtos, desafiando las evaluaciones simplistas de éxito o fracaso.
El F-35 Lightning II, uno de los cazas más avanzados del mundo, ha generado controversia debido a su dependencia de sistemas informáticos centralizados.
El jefe de inteligencia militar de Ucrania, Kyrylo Budanov, ha lanzado una advertencia sobre las ambiciones expansionistas de Rusia, señalando que el Kremlin no se detendrá con Ucrania y podría apuntar a otros países de Europa del Este en el futuro.
Rusia sigue manteniendo su postura de línea dura en la guerra de Ucrania. Tras más de tres años de invasión y más de 51.000 bombas aéreas lanzadas sobre territorio ucraniano, el Kremlin rechaza la propuesta de alto el fuego de Estados Unidos y pretende imponer sus propias condiciones.