No esperes encontrar una bola de cristal o un jefe que te diga los pasos exactos que debes dar para conseguir ese ascenso que tanto anhelas. Lo mejor es siempre observar, atender, ser audaz y parecer.
1. Observar: con la simple observación podrás analizar el mundo que te rodea. Cómo es la cultura empresarial, cómo es tu jefe, cómo es el jefe de tu jefe, qué les gusta, qué les disgusta, etc. Información sumamente valiosa al momento de planear estrategias de ascenso y entrar en acción.
2. Presta atención: las oportunidades de sobresalir, mostrarse, hacer un buen trabajo, es decir, apuntar tantos en tu empresa. Las ocasiones de ascenso vienen y van con bastante frecuencia. Pero pueden pasar dos cosas. Una es que las ves y no estás listo para tomarlas (error del tipo “no estoy listo, debo prepararme”). Otra es que no las veas (error de tipo “no tengo idea de lo que ocurre a mi alrededor”). Presta atención a todo lo que pasa… a TODO. Es posible que de los acontecimientos más insignificantes se generen las más grandes oportunidades para ascender.
3. Se audaz: la audacia siempre es bien vista, la timidez no. Siempre procura entrar en acción de forma audaz, sin miedo y elegantemente.
4. Parecer: que nunca parezca que quieres, que deseas ascender. No muestres todas sus cartas sino hasta que el ascenso es un hecho. Tienes que parecer como los demás, pero sé un león al entrar en acción. En medio de la crisis, parecerá a veces que los mejores puestos están destinados a quien mejor le prepare el café al jefe o a quienes hayan estudiado en escuelas particulares. Esto puede ser cierto en algunas ocasiones, pero no en todas.
Ahora vas a leer algunos consejos acerca de cómo lograr ese ascenso que tanto ansías y para el cual, sin lugar a dudas, vas a tener que “pagar” cierto precio.
Consejo No. 1: Estudia bien a tu empresa y a sus métodos para ascender.
Si de verdad quieres ascender, ya estés dentro o solicitando empleo, trata de averiguar cada cuanto se convocan nuevas plazas para ascenso y/o si tu empresa prefiere ascender gente o contratarla de fuera. Esto es importante ya que te puede dar una idea de qué esperar una vez que ya estés dentro.
Consejo No. 2: Averigua si de verdad quieres ese ascenso y qué es lo que se necesita para ocupar ese lugar. Ser jefe no es válido para todos. Vas a tener que prepararte física y mentalmente. Habrá ratos, en los que no vas a poder quedar bien con nadie, ni con “los de arriba” ni con “los de abajo”. Vas a tener más presión y más responsabilidades.
Consejo No. 3: Prepárate. Ya sabes qué ascenso quieres lograr. Ahora viene la parte que, si de verdad escogiste bien, va a ser la más divertida: prepararte. Se trata prácticamente de volver a la escuela, ya sea dentro o fuera de tu trabajo. ¿Qué clase de habilidades requiere el nuevo puesto que no tienes todavía? ¿Hay que saber un poco más de informática, dominar un nuevo idioma, aprender a hablar en público?
Aquí seguramente vas a tener una ventaja sobre muchos más: no a todo mundo le gusta pagar por el éxito. Y no me refiero precisamente a dinero en efectivo, sino a tiempo y esfuerzo. Los “dieces” de la escuela no los dan gratis. Tampoco los mejores ascensos dentro de las empresas.
Consejo No. 4: Muévete. No te quedes en un mismo sitio. Si eres telefonista, por ejemplo, no sólo pienses en recibir llamadas hasta que llegue tu hora de salida. Aprende cómo funciona tu empresa, habla con empleados de otras áreas, quédate cinco minutos más a conversar con tu jefe o tus supervisores. Así, no sólo tendrás una mejor vista de los procesos internos de tu compañía, sino que también empezarás a refinar tu forma para relacionarte con los demás. Asegúrate que la gente que te rodea sepa que estás haciendo un buen trabajo. No esperes a que tu trabajo hable por ti, mantén siempre una buena comunicación con tu jefe inmediato y asegúrate que sepan lo que estás haciendo. Esto último no quiere decir que tengas que estar todo el día informándoles sobre tus logros y actividades, pero si debes asegurarte de obtener el crédito que mereces por tu trabajo.
Consejo No. 5: Habla. No tengas miedo de abrir la boca, pero medita muy bien lo que dices. Alguien que nunca propone nada es alguien que está a gusto con las cosas tal y como están. No será tu caso. Siempre hay algo que se puede mejorar. Y tú mejor que nadie, por estar a pie de obra en contacto directo con los clientes o con tus demás compañeros, sabe lo que no funciona y lo que podría funcionar. Aquí podría suceder algo chistoso: que tus buenas ideas las presente tu jefe a su jefe inmediato como suyas. No importa. Si tu jefe sube… ¿a quién crees que va a dejar en su lugar?
Asegúrate de que la gente correcta sepa que tú quieres un ascenso. No temas comentarles a tus jefes sobre tus expectativas de crecimiento en la empresa, un buen jefe se interesará en esta información e intentará ayudarte. Continúa con el buen trabajo en tu posición actual y no muestres desinterés en tus actividades, pero deja que las personas que toman las decisiones sepan que tú quieres un ascenso a un mejor puesto.
Consejo No. 6: Intenta ser popular. En un mundo ideal, los ascensos deberían estar basados únicamente en tus méritos, pero desafortunadamente nuestra realidad es diferente. Las relaciones con los compañeros siempre juegan un papel importante para decidir quién obtiene un ascenso y quién no. Por eso es importante que uses y desarrolles tus habilidades de socialización. Para que esto funcione, debes ser amable y servicial con tus compañeros, supervisores y subordinados. Desarrolla buenas relaciones con las personas con las que trabajas, convive con tus compañeros e intenta conocer gente de otros departamentos, esto hará que la gente que te rodea note tu trabajo.
Consejo No. 7: Ten un plan B. Probablemente la empresa donde trabajas actualmente no tienen la capacidad de darte ese ascenso que tanto deseas. Sin embargo, tal vez exista otro lugar donde sí exista ese puesto con las características que buscas. Investiga y utiliza tu excelente labor en tu trabajo actual como tu mejor carta de recomendación. |