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EL ARTE DE LA ESTRATEGIA

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Los consejos que debes conocer para montar tu negocio

Finanzas personales. Emprender > Emprendedores

Diversos expertos y empresarios nos han facilitado sugerencias, recomendaciones e ideas relacionadas con el proceso de creación empresarial. Esto es todo lo que un emprendedor quiere saber para montárselo por su cuenta y casi nunca se atreve a preguntar.


Los consejos que debes conocer para montar tu negocio


Cualquiera que quiera convertirse en empresario tendrá más posibilidades de éxito si descubre el tipo de negocio que más y mejor coincida con sus intereses y habilidades, y encuentra el mercado apropiado para desarrollarlo.

Para saber qué tipo de trabajo sería más afín a tu perfil profesional y personal, responde honestamente a las siguientes preguntas:

- ¿Qué sector de actividad empresarial conoces más y mejor?

- Dentro de las tareas que realizas en tu trabajo diario, ¿cuáles te parecen más estimulantes y divertidas?

- ¿En cuáles de tus tareas cotidianas necesitas la ayuda o el complemento de otros compañeros?

- ¿Qué reconocimientos o premios has recibido en tu vida que te hayan reportado un especial placer?

- Piensa en tus más recientes experiencias placenteras, ¿qué ingredientes comunes tenían?

- Si el dinero no te importara, ¿cómo te lo montarías en la vida para subsistir? O mejor: en el hipotético caso de que todas las actividades laborales se pagaran a 10 euros la hora, ¿a qué te gustaría dedicarte? Experiencia previa Aparte de tus gustos y aficiones, serán tus conocimientos previos los que determinen en buena medida tu decisión final. A continuación te ofrecemos algunos consejos e ideas prácticas para que puedas emprender la tarea de crear tu propio negocio con éxito:

[1] No dejes tu empleo sin tener todo bien atado. Si trabajas en una empresa y estás pensando en montártelo por tu cuenta, sé prudente. Estudia la posibilidad de mantener tu empleo por cuenta ajena y realizar a la vez una actividad profesional o empresarial que te reporte un beneficio económico. Así podrás comprobar la viabilidad del negocio sin correr riesgos. Eso sí, aunque tu empresa cotice por ti en el Régimen General de la Seguridad Social, deberás darte de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), salvo contadas excepciones (colaboraciones, cursos, conferencias...) en las que esos ingresos extras se consideran rendimientos de trabajo y están sujetos a una retención del 15% en el IRPF.

[2] Evita el victimismo, sobre todo ante posibles inversores y clientes. En ningún caso presentes tu proyecto de empresa como una consecuencia de las dificultades para encontrar un puesto de trabajo estable o del fracaso de una empresa anterior, especialmente si estás ante colaboradores financieros y potenciales clientes.

[3] Asigna cuidadosamente los recursos; es fundamental. Una empresa es la organización de unos recursos económicos, materiales, humanos, técnicos y de información. Su meta es obtener beneficios. Céntrate en optimiza la asignación de estos recursos: Recursos económicos: no es fácil acceder a la financiación y, por otra parte, una mala política financiera puede acabar ahogando a la empresa. Así, por ejemplo, una mala previsión de la situación de la tesorería durante los 12 primeros meses de actividad o una falta de alternativas financieras puede ser la causa de desaparición de un negocio. Recursos materiales: un proyecto será viable cuando sea rentable. Debe existir coherencia entre la inversión realizada y el retorno esperado de esa inversión. Por tanto, es fundamental amortizar en un plazo temporal razonable la inversión realizada. Recursos humanos: la gestión de personal debe integrarse dentro del plan estratégico de la empresa. El cómo, cuántos y cuándo aumentar estos recursos es una de las decisiones de mayor trascendencia. Recursos técnicos: elegir un proceso de fabricación o tecnología, es una decisión que puede contribuir al éxito o al fracaso del proyecto. La información: es uno de los activos intangibles más importantes (datos sobre clientes, por ejemplo). Con su gestión eficiente se tendrá una mayor capacidad de respuesta ante los cambios y se identificarán más rápido oportunidades del mercado.

[4] Analiza si cuentas con los suficientes recursos propios. Ten en cuenta que al menos en los primeros años quizá sólo cuentes con los recursos que tú puedas aportar y los que el propio negocio genere; los bancos, por regla general, no aportarán financiación que no venga avalada por bienes personales de los socios. Sólo en el caso de las líneas de descuento (tu entidad financiera te anticipa el importe de un cobro que tiene que realizar y que está formalizado mediante un efecto comercial) de letras de cambio correspondientes a clientes solventes, el banco podrá ser un apoyo para desajustes temporales a corto plazo en la tesorería. Por otra parte está el hecho de que las subvenciones -en caso de tener derecho a ellas- pueden tardar entre 12 y 18 meses desde su solicitud, por lo que para el inicio de actividad no se podrá contar con ellas.

[5] Si tienes pocos recursos económicos para hacer tu primer estudio de mercado. Aunque tu idea de negocio te parezca buena, es preciso que esté suficientemente contrastada por el mercado. Puedes contratar los servicios de investigación o a freelancers o profesionales que prestan este tipo de servicios y que trabajan por su cuenta (si buscas uno, visita
http://www.aedemo.es ). Pero si no cuentas con mucho dinero, tendrás que realizar tu propio trabajo de investigación de mercado (lee el capítulo cuatro del libro Marketing para el siglo XXI, que tiene un acceso gratis en la página: http://www.marketing-xxi.com). Convocar dos o tres reuniones de grupo con potenciales clientes, además de ser una fórmula rápida, puede serte de gran utilidad. También hay escuelas donde se imparte formación en marketing donde los alumnos harían el estudio de mercado de tu proyecto empresarial como parte de su formación práctica. Infórmate, por ejemplo, en la escuela de negocios CESMA.

[6] Elabora tu plan de negocio, con él es más fácil conseguir financiación. Un buen plan de negocio es crucial para realizar cualquier solicitud de préstamo, ayudas o subvenciones. Proporciona información específica y organizada sobre tu compañía, muy útil para el presente y para el futuro. Dentro del plan de negocio, el plan económico-financiero es fundamental (cuenta de resultados previsional, balance previsional, presupuesto de tesorería, etc.). Es esencial destacar cómo vas a pagar el dinero prestado. Cuida los aspectos formales (la encuadernación, que no haya tachaduras, que la letra sea de un tamaño legible, etc.). No olvides que es tu tarjeta de presentación. Puedes acompañarlo de un anexo con información que apoye o confirme tus comentarios: encuestas, estadísticas, informes de terceros, textos legales, etc.

[7] La previsión de la cuenta de resultados es la base fundamental de la nueva empresa. Una cuenta de resultados fiable es fundamental. Sirve para realizar la primera previsión de tesorería y dará una idea de las posibles generaciones de recursos de la empresa, fuente principal de ingresos, junto con las aportaciones de los socios, en los inicios. Sé pesimista en los ingresos y realista en los gastos, eso te pondrá en una situación más ajustada a la posible evolución de los resultados en el primer año de actividad. Si no lo tienes claro, consulta a un experto que te ayude a conocer el mercado y los gastos a los que se enfrentará la actividad de una forma realista. Es importante saber si existe estacionalidad (periodos fijos de subidas y bajadas de actividad), a cuánto ascienden las cotizaciones sociales, cuánto cuesta un servicio de asesoría, qué salarios fija el convenio colectivo y el mercado para los trabajadores de nuestro sector, cómo está el mercado de alquiler, etc. Piensa que la cuenta de resultados, previsiones de tesorería y balances previsionales serán la base en la relación con los bancos, inversores y administración en caso de solicitar subvenciones.


Los consejos que debes conocer para montar tu negocio


[8] La base de una buena previsión de tesorería es una buena proyección de cuenta de resultados, con conocimiento de los periodos de cobro de clientes y de pago a proveedores. El presupuesto de tesorería (estado de cash-flow previsional) está basado en la cuenta de resultados prevista, pero debes contemplar que puedes tener cuentas de resultados positivas y presupuestos de tesorería negativos. Puedes tener beneficios el primer año, si los ingresos son superiores a los gastos, pero si tardas 180 días en cobrar esos ingresos y pagas los gastos cada 30 días, deberás tener recursos suficientes para cubrir los gastos en los 150 días como mínimo. En este punto entran en juego las posibilidades de financiación tanto ajenas como propias. La previsión de tesorería es fundamental en toda la vida de la empresa, no sólo en el inicio, ya que te preparará para afrontar con antelación los posibles desajustes que puedan surgir y ponerles remedio con tiempo. Conseguir dinero no es cuestión de una semana.

[9] Utiliza los balances previsionales para conocer el estado de la empresa en cada momento. El fin de los balances previsionales es conocer la estructura patrimonial de la empresa, saber si está equilibrada, si el fondo de maniobra es positivo (lo que debes a corto plazo es inferior a lo que te deben), etc. Será lo que bancos, administración y agentes pedirán para valorar su implicación o no en la empresa y servirá para conocer la evolución en el tiempo de la sociedad. Comparar el balance de situación de un año y el del anterior te proporcionará la información de si se están creando recursos o destruyendo.

[10] Si eres previsor, es mucho más difícil que caigas en la suspensión de pagos. Si te anticipas a los problemas, mediante las oportunas previsiones, podrás tener mucha más capacidad de reacción. Cuando elabores el plan financiero, realiza al menos un balance previsional por semana -y, por tanto, una cuenta de resultados y un estado del cash flow por semana- para los tres primeros meses. Para los siguientes nueve meses, haz uno mensual. De cara a la financiación y evolución a largo plazo de la empresa, se deberían realizar estados financieros actividad de una forma realista. Es importante saber si existe estacionalidad (periodos fijos de subidas y bajadas de actividad), a cuánto ascienden las cotizaciones sociales, cuánto cuesta un servicio de asesoría, qué salarios fija el convenio colectivo y el mercado para los trabajadores de nuestro sector, cómo está el mercado de alquiler, etc. Piensa que la cuenta de resultados, previsiones de tesorería y balances previsionales serán la base en la relación con los bancos, inversores y administración en caso de solicitar subvenciones.

[11] Prepárate para negociar con proveedores y clientes. Si tu empresa es un comercio, restaurante, etc. es importante contabilizar la cantidad de dinero que necesitarás para comprar el género. Es necesario comparar precios y calidades. En muchos casos, la compra se convierte en un auténtico regateo con el vendedor, utiliza la estrategia ganar-ganar, es decir, busca acuerdos donde ambos salgáis beneficiados. A la hora de hacer las compras, puedes negociar el pago a 30, 60 o 90 días, según los casos. Siempre será mejor que tus proveedores se cobren a 90 días, que a 60 o 30. Si las ventas no son las esperadas, los últimos en cobrar serán los proveedores. Igual cobrar algún adelanto por el servicio que vas a prestar a tus clientes, o el pedido que les vas a servir, que el retrasar ese pago a los 30, 60 o, lo peor, a 90 días. Tendrás que poner la máxima atención y utilizar todas tus habilidades y las mejores estrategias como negociador. Si no lo haces, corres el riesgo de descapitalizarte, y no tener dinero aun teniendo beneficios. Recuerda que si incumples los pagos figurarás en registros de morosos que te cerrarán las puertas a cualquier financiación.

[12] Acude a tu banco o caja de ahorros, si existe buena relación. La mejor entidad financiera para apoyar a una nueva sociedad será aquella que mejor nos conozca, dado que la relación se va a basar al principio en los antecedentes y recursos personales. En caso de no existir esa relación previa, será conveniente visitar varias entidades, hablar con los directores y ver cuál nos ofrece más confianza. Nunca está de más pedir referencias a otros empresarios de la zona. Las relaciones con los bancos son esencialmente personalistas, por ello será mejor establecer relación con una en la que exista poca rotación en su plantilla, para establecer vínculos duraderos con sus trabajadores.

[13] Antes de formalizar un préstamo hay que ver varias entidades. Es necesario que antes de formalizar un préstamo en una entidad veamos las condiciones que tienen en otras. Existen diferencias importantes entre unas entidades y otras que nos pueden hacer ahorrar un buen dinero. Infórmate de los préstamos subvencionados que, como norma general, existen para las nuevas empresas o para realizar inversiones. Infórmate en el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en el teléfono 900 121 121, o busca la institución de asistencia social colaboradora más próxima en
www.ico.es .

[14] La negociación con el banco tiene que ser clara. Debes saber que las entidades financieras tienen acceso a todos los registros de morosos creados. Si existe alguna incidencia a nombre de los promotores o de la sociedad, no dudes en comentarla. Naturalmente, se deberá explicar el por qué se ha producido y la solución que se ha dado. No es conveniente ocultar datos que son de fácil búsqueda para las entidades.

[15] No realices todas las operaciones con un solo banco. Trabaja, como mínimo, con dos. Así tendrás alternativas en caso de necesitar financiación o algún otro servicio. Es conveniente tener relaciones desde el inicio, pues el conocimiento que la entidad tenga de nosotros influye positivamente. Tener en cuenta además que un banco puede ofrecer buenas condiciones para préstamos y otro para leasing; uno permitirnos descubiertos y el otro no, etcétera.

[16] No digas que el préstamo personal es para la puesta en marcha de un negocio. Como un préstamo personal puede ser para cualquier fin, no es conveniente decir que es para montar una empresa. En caso de que haya problemas de financiación en el futuro cercano, esa entidad financiera quedará invalidada para acudir a ella posteriormente. Por otra parte, los bancos tradicionales no suelen ser los más indicados para pedir préstamos que financien la creación de una nueva empresa. Es preferible acudir a las Sociedades de Capital Riesgo (SCR). A los bancos no les interesa tu proyecto de empresa sino que existan garantías de devolución de los préstamos o financiación concedida, es decir, fundamentalmente bienes inmuebles. No obstante, aun habiéndolos, puede que el banco no te conceda el dinero si sabe que es para una empresa de nueva creación.

[17] Contacta con Sociedades de Capital Riesgo (SCR). Bajo la premisa de tener un plan de negocio impecable, contacta con este tipo de sociedades que ofrecen inversión en los proyectos que consideran tendrán rentabilidad a medio plazo, para luego vender su participación y salir de la empresa. Como regla general no intervienen en la gestión de la empresa ya que su participación está basada en la confianza en un equipo directivo competente.

[18] No olvides que puedes conseguir subvenciones. Existen ayudas para las empresas de nueva creación, para inversiones y por creación de empleo. Te puede informar a través de las cámaras de comercio, asociaciones de jóvenes empresarios y empresas especializadas.

[19] A la hora de solicitar subvenciones, acude de la mano de un profesional. Solicitar una subvención no es sólo rellenar una solicitud. Hay que presentar un plan de negocio con balances previsionales, cuentas de resultados y previsiones de tesorería, análisis de competencia, recursos humanos, etc. También hay que justificar de una forma determinada las inversiones y contrataciones realizadas (facturas y pagos). Además, se debe realizar un seguimiento posterior presentando avales y documentación periódicamente, sin olvidar la obligatoriedad reciente de tener realizado un plan de prevención de riesgos laborales como condición imprescindible para la concesión.

[20] Elige la mejor forma de financiación. Para los autónomos y para las sociedades, la mejor forma de financiación a corto plazo es el crédito pues con este producto las entidades financieras sólo cobran intereses por las cantidades que se dispongan. Ellas tratarán de ofrecerte préstamos porque se cobran intereses sobre el total desde el primer momento de nómina de empleados, etc.

[22] Para negociar un descuento comercial, destaca la solvencia de tus clientes. El banco establece las condiciones de la línea de descuento en función de tu solvencia, el tipo de papel a descontar y la calidad de tus clientes. Recuerda que el banco te anticipará el dinero que otros te deben, por tanto, para negociar una línea de descuento destaca tu control sobre el negocio y los clientes, especialmente su calidad crediticia.


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