Sin embargo, aún no se conoce defensa contra la insinuación, el arte de sembrar ideas en la mente de los demás soltando alusiones escurridizas que echen raíces días después, hasta hacerles parecer a ellos que son ideas propias.
La insinuación es el medio supremo para influir en la gente. Crea un sublenguaje -afirmaciones atrevidas seguidas por retractaciones y disculpas, comentarios ambiguos, charla banal combinada con miradas tentadoras- que entre . En la seducción, como aconsejaba la seductora cortesana francesa Ninón de L´Enclos, es mejor no verbalizar el amor por la otra persona. Que tu blanco lo perciba en tu actitud. Tu silencio tendrá más poder de insinuación que tu voz.
Estrategias de Seducción. Domina el arte de la insinuación
No sólo las palabras insinúan; presta atención a miradas y gestos. La técnica favorita de Madame Récamier era la de incesantes palabras banales y una mirada tentadora. El flujo de la conversación impedía a los hombres pensar mucho en esas miradas ocasionales, pero se obsesionaban con ellas. Lord Byron tenía su famosa "mirada de soslayo": mientras se hablaba de un tema anodino, inclinaba la cabeza, pero de pronto una joven (su objetivo) lo sorprendía mirándola, inclinada aún la cabeza. Era una mirada que parecía peligrosa, desafiante, pero también ambigua; muchas mujeres cayeron atrapadas por ella. El rostro habla un idioma propio. Acostumbramos tratar de interpretar el rostro de las personas, el cual suele ser un mejor indicador de sus sentimientos que lo que ellas dicen, algo que es fácil de controlar.
Como la gente siempre interpreta tus miradas, úsalas para transmitir las señales insinuantes de tu elección. Por último, la causa de que la insinuación dé tan buenos resultados no es sólo que evita la resistencia natural de la gente. También, que es el lenguaje del placer. Hay muy poco misterio en el mundo; demasiadas personas dicen exactamente lo que sienten o quieren. Ansiamos algo enigmático, algo que alimente nuestras fantasías. Dada la falta de sugerencia y ambigüedad en la vida diaria, quien las usa repentinamente parece poseer algo tentador y lleno de presagios. Este es una especie de juego incitante: ¿qué trama esa persona? ¿Qué se propone? Indirectas, sugerencias e insinuaciones crean una atmósfera seductora, que indica que la víctima no participa ya de las rutinas de la vida diaria, sino que ha entrado a otra esfera.
Lo que distingue a una sugestión de otros tipos de influencia psíquica, como una orden o la transmisión de una noticia o instrucción, es que en el caso de la sugestión se estimula en la mente de otra persona una idea cuyo origen no se examina, sino que se acepta como si hubiera brotado en forma espontánea en esa mente.
-Sigmund Freud.
Fuente: EL ARTE DE LA SEDUCCION, Robert Greene |