Sin embargo, lo único que tenemos que hacer para explotar ese potencial seductor es saber qué apasiona naturalmente, en el carácter de una persona, a la gente y desarrollar esas cualidades latentes en nosotros. Los casos de seducción satisfactoria rara vez empiezan con una maniobra o plan estratégico obvios.
Esto despertaría sospechas, sin duda. La seducción satisfactoria comienza por tu carácter, tu habilidad seductora para irradiar una cualidad que atraiga a la gente y le provoque emociones que no puede controlar. Hipnotizadas por tu seductora personalidad, tus víctimas no advertirán tus manipulaciones posteriores. Engañarlas y seducirlas será entonces un juego de niños. Existen nueve tipos de personalidades seductoras en el mundo. Cada uno de ellos posee un rasgo de carácter particular venido de muy dentro y que ejerce una influencia seductora.
Personalidad seductora nº 1. Las sirenas tienen energía sexual en abundancia y saben usarla. Personalidad seductora nº2. Los libertinos adoran insaciablemente al sexo opuesto, y su deseo es contagioso. Personalidad seductora nº3. Los amantes ideales poseen una sensibilidad estética que aplican al romance. Personalidad seductora nº4. Los dandys gustan de jugar con su imagen, creando así una tentación avasalladora y andrógina. Personalidad seductora nº5. Los cándidos son espontáneos y abiertos. Personalidad seductora nº6. Las coquetas son autosuficientes, y poseen una frescura esencial fascinante. Personalidad seductora nº7. Los encantadores quieren y saben complacer: son criaturas sociales. Personalidad seductora nº8. Los carismáticos tienen una inusual seguridad en sí mismos. Personalidad seductora nº9. Las estrellas son etéreas y se envuelven en el misterio.
Al menos uno de estos tipos debería tocar una cuerda en ti: hacerte reconocer una parte de tu personalidad seductora. Ese tipo será la clave para el desarrollo de tus poderes de seducción. Supongamos que tiendes a la coquetería. El capítulo sobre la coqueta te enseñará a confiar en tu autosuficiencia, y a alternar vehemencia y frialdad para atrapar y seducir a tus víctimas. También te enseñará a llevar más lejos tus cualidades naturales, para convertirte en una gran coqueta, el tipo de mujer seductora por la que los hombres peleamos. Sería absurdo ser tímido teniendo una cualidad seductora.
Un libertino desenvuelto fascina, y sus excesos se disculpan, pero uno desganado no merece respeto. Una vez que hayas cultivado tu rasgo de carácter sobresaliente, añadiendo un poco de arte a lo que la naturaleza te dio, podrás desarrollar un segundo o tercer rasgo, con lo que darás a tu imagen seductora más hondura y misterio. Finalmente, el décimo capítulo de esta sección, sobre el antiseductor, te hará darte cuenta del potencial contrario en ti: la fuerza de repulsión. Erradica a toda costa las tendencias antiseductoras que puedas tener.
Concibe estos nueve tipos de personalidad seductora como sombras, siluetas. Sólo si te empapas de uno de ellos y le permites crecer en tu interior, podrás empezar a desarrollar una personalidad seductora, lo que te concederá ilimitado poder.
DEL LIBRO "EL ARTE DE LA SEDUCCIÓN" , de Robert Greene |