Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información

 

 

EL ARTE DE LA ESTRATEGIA

-???-


Consejos de Maquiavelo para contener a un hombre ambicioso

Estrategias de Occidente > Genios de la Estrategia > Maquiavelo

Maquiavelo dice: El medio más seguro y menos ruidoso para contener la ambición de cualquier hombre influyente en una república es adelantársele en el camino que conduce al poder

Ya hemos dicho en el capítulo anterior el crédito que la nobleza adquirió con la plebe por los actos realizados en su beneficio tanto respecto al suélelo para los que servían con las armas en la mano como en el modo de repartir los impuestos. De seguir siempre los nobles esta conducta se habrían evitado los desórdenes en Roma y hubiesen privado a los tribunos de la influencia que tenían en el pueblo, y por tanto, de su autoridad.



Y en verdad no es posible en las repúblicas, sobre todo cuando están ya viciadas las costumbres, emplear procedimiento menos escandaloso ni más fácil para oponerse a la
ambición de algún ciudadano que el de ocupar antes que él la vía por donde se dirige al logro de sus deseos. Sí se hubiera usado contra Cosme de Médici, mejor resultado consiguieran sus adversarios que expulsándole de Florencia: porque si los ciudadanos que con él competían aplicaran su actividad, como él, a favorecer al pueblo, sin tumultos ni violencias le habrían quitado de las manos las armas de que más se valía.

Pedro Soderini había adquirido gran fama en
Florencia sólo por favorecer al pueblo. A los ciudadanos que envidiaban su reputación era en verdad mucho más honrado, menos peligroso y de menor daño para la república aventajarle en aquella vía por donde iba a la grandeza, que oponérsele, para que su ruina acarreara la de la república; porque si le hubiesen quitado de las manos las armas que le hacían poderoso (cosa fácil de realizar), habrían podido en todos los consejos y debates públicos contrarrestarle sin temor ni consideración alguna. Pudiera decirse que si los ciudadanos enemigos de Soderini cometieron un error al no anticipársele en el camino para ganar el crédito popular, también se equivocó Soderini no apelando a los mismos medios que sus adversarios empleaban contra él: pero éste merece excusa, porque no le era honroso ni fácil ejecutarlo. Los medios con que le combatieron y vencieron consistían en favorecer a los Médici, y estos medios no podía emplearlos decorosamente Soderini sin perder su buena fama y la libertad de la cual le habían hecho vigilante defensor. Además, un cambio de esta índole, no pudiendo hacerse secretamente ni por golpe de mano, era para Soderini peligrosísimo, pues al mostrarse amigo de los Médici, incurría en la desconfianza y en el odio del pueblo, facilitando así a sus enemigos los mejores medios de vencerle.

Deben, pues, los hombres, antes de tomar una determinación, calcular bien sus inconvenientes y peligros y no adoptarla, cuando sea mayor la exposición que la utilidad, aunque en favor de ella esté la opinión pública. De lo contrario ocurrirá lo que sucedió a Cicerón cuando quiso destruir la fama de Marco Antonio y la acrecentó. En efecto; declarado Marco Antonio enemigo del senado, reunió numeroso ejercito formado en gran parte de antiguos soldados de César. Para quitarle estos soldados indujo Cicerón al senado a valerse de Octavio, enviándole con un ejército y con los cónsules contra Marco Antonio. Alegaba en pro de la determinación que tan pronto como los soldados de Marco Antonio oyesen el nombre de Octavio, sobrino de Cesar, y que se hacía llamar César, vendríanse con él, abandonando a Antonio y, privado éste de fuerzas, fácil sería acabar con él. Pero sucedió todo lo contrario, porque Marco Antonio le atrajo a Octavio, quien abandonó a Cicerón y al senado para unírmele. Este suceso, fácil de prever, ocasionó la destrucción del partido aristocrático. En vez de aceptar lo que Cicerón propuso, debía temer el senado el nombre de César, que con tanta gloria suya había aniquilado a sus enemigos y establecido un poder monárquico en Roma, y no esperar de sus herederos y partidarios nada favorable a la libertad.

Maquiavelo, Discursos sobre la Primera Década de Tito Livio, Libro I, capítulo LII

Fuente:
Discursos sobre la Primera Década de Tito Livio, Maquiavelo

TAMBIÉN LE PUEDE INTERESAR:


El Príncipe. Maquiavelo

Quizás tras la lectura de este libro pueda usted pensar que lo que llamamos "maquiavélico" es en realidad un profundo conocimiento psicológico del ser humano y un gran sentido común. La lectura de Maquiavelo le resultará útil en muchas ocasiones y hasta entenderá a los políticos.


Discursos sobre la primera década de Tito Livio. Maquiavelo

Obra de Maquiavelo que complementa y desarrolla las ideas expresadas en El Príncipe, de Maquiavelo.

LA SABIDURIA SECRETA DE MAQUIAVELO

Ahora puedes conocer todos los conocimientos que ocultaba en su obras

Carlos Martín Pérez


Todos conocemos la expresión “maquiavélico” y la asociamos, en el mejor de los casos, a algo malvado, retorcido y astuto. En realidad, la obra de Maquiavelo nos desvela los secretos de los juegos de poder.

Descargar Demo Libro PDF


En este libro podrá leer sabios consejos intemporales de Maquiavelo sobre la naturaleza humana, el gobierno de los hombres, cómo actúa la diplomacia y cómo vencer en un conflicto.

Como Maquiavelo, sabrá cómo enfocar y resolver problemas cotidianos, así como conocer facetas de la psicología humana que no son políticamente correctas.

Entenderá la mente de Maquiavelo


Sencillo, fácil y explicado con ejemplos

Lo lees y ya lo practicas


-???- | -???-