Mente. Técnica pura para hipnosis y autohipnosis
Técnica pura para la hipnosis y la autohipnosis
¿Qué significa llegar a un estado de relajación hipnótica? En el estado hipnótico llegamos a una situación de superconcentración y de descanso, que comporta los siguientes cambios:
- Relajación muscular. El estado es de inmovilidad (excepto en lo referido a músculos respiratorios) y de ahorro de la energía. - Disociación de las sensaciones corporales. Algunas partes del cuerpo “no se notan”; el cuerpo se siente ligero y pesado al mismo tiempo. - Se pierde la atención para todo aquello que no sea esencial. Los sonidos ambientales parecen lejanos. - Aumenta la capacidad para percibir las sensaciones que uno mismo se sugiera: cansancio, pesadez,descanso, placidez... - Aumenta la capacidad para disminuir la sensación de tacto, o incluso de propiciar anestesia, en cualquier parte del cuerpo. - Se puede lograr la regresión en el tiempo: volver a vivir situaciones pasadas, incluso aquellas que fueron olvidadas por resultar lacerantes o dolorosas. - La superconcentración permite aprender instrucciones y “grabar” mensajes con todo detalle.
Mente. Técnica pura para hipnosis y autohipnosis
Grados de hipnosis
Los tratados clásicos proponen tres fases de profundidad en la hipnosis:
Fase I. La relajación muscular es notable, y la conciencia ligeramente concentrada. El sujeto percibe la relajación (por ejemplo, si tenía un lápiz en la mano, éste se cae al llegar a la fase I, lo que puede emplearse como mecanismo de comprobación).El recuerdo del estado hipnótico es total una vez este ha cesado. Es la fase ideal para el descanso hipnótico.
Fase II. Sería un estado intermedio entre la fase I y la Fase III. Además de la relajación el cuerpo se siente muy pesado, y los movimientos se advierten dificultosos e innecesarios. El sujeto no desea moverse y responde positivamente a las sugestiones de inmovilidad. Algunas partes del cuerpo se disocian (es decir, no se perciben). El recuerdo es total, pero existe una clara distorsión en cuanto a la percepción del tiempo (media hora en ese estado puede percibirse como unos pocos minutos). Es la fase ideal para la mayor parte de las terapias y de los diversos usos de la hipnosis.
Fase III. Se consigue con un poco de tiempo y cuando ya se tiene amplia experiencia en fases I y II. La relajación es completa y la concentración de la conciencia es total. Todo lo que no concierne al pensamiento sobre el que se concentra la conciencia, desaparece. Es la fase ideal para hacer regresiones, o para integrar mensajes post-hipnóticos (cosas que se debe hacer una vez terminada la hipnosis). La percepción del tiempo es casi nula. El recuerdo del estado hipnótico es fragmentario, y algunos puntos concretos pueden quedar excluidos de la memoria.
Mente. Técnica pura para hipnosis y autohipnosis
¿Hipnosis o autohipnosis?
Toda hipnosis es una autohipnosis. Usted entra en un estado de superconcentración, que llamamos estado hipnótico, y el hipnotizador le enseña cómo se hace.
Los métodos para llegar al estado hipnótico son muy variados. De hecho, el estado hipnótico no difiere del estado de superconcentración conseguido mediante técnicas de relajación, de meditación o de yoga. Se trata de llegar a un estado en que la mente, libre de prejuicios y supeditaciones, simplemente piensa y observa entendiendo por “observación” lo que significa observar con la vista. Por ejemplo, cuando miramos un balcón lleno de flores un día de sol. Pero simplemente observando: dejando pasar la vista sobre las formas, los colores, las luces... sin pretender contar las flores, ni decir su nombre o variedad, ni juzgar acerca de su colocación. Simplemente observar: disfrutar de lo que vemos, sin más.
La observación pura más elevada se consigue cuando el pensamiento se observa a sí mismo, cuando observador y observado se funden en una sola entidad. |