Mente. Técnica de visualización muscular para hipnosis y autohipnosis
Una técnica muy rápida: visualización
Las técnicas de visualización consisten en representar en el pensamiento imágenes que intentan “vivirse” de forma lo más completa posible. Debemos entrenarnos en percibir la imagen con todos los detalles que puedan captar los sentidos. Es como si entrásemos en la situación y buscásemos percibirla en su plenitud, reproducirla en nuestra mente con sus menores detalles.
No es difícil, aunque al principio pueda parecerlo. He aquí un método con tres aproximaciones sucesivas, relativamente fácilde percibir. Veamos las instrucciones:
“Iniciaremos un ejercicio de visualización. Ponte en una postura cómoda, respira profundamente y mantén tus ojos cerrados.
Visualizarás, en primer lugar, una imagen de cansancio físico. Busca en tu recuerdo algún momento de tu vida en que hayas sentido un intenso cansancio físico. Quizá después de hacer algún ejercicio agotador, una excursión, o un trabajo, cambiar muebles...
Debes recordar intensamente esta situación. Colócala en tu pensamiento y rememora los detalles.Cuál era tu vestimenta, qué personas había, cómo era la luz, el ambiente. Qué olores sentías. Cómo era tu respiración. Qué sonidos percibías... Rememora también la sensación de cansancio, quizá de sudor, de sed. La necesidad de sentarte o echarte, de descansar.
Deja que todo tu cuerpo se impregne de la sensación de cansancio... tus brazos pesados, tus piernas... Siente ahora el efecto del cansancio sobre tu cuerpo. Descansa.
Visualizarás en segundo lugar una situación de bienestar y placer afectivo, en compañía de otra persona. Puede ser, o no, una relación de pareja. Debe ser alguna situación que recuerdes con especial ternura. Una de las veces que has sentido con más intensidad la vivencia de afecto, de cariño, de dar y recibir, de entregarte.
Mente. Técnica de visualización muscular para hipnosis y autohipnosis
Recuerda intensamente la situación. Colócala en el pensamiento. Recuerda quiénes estabais. Como ibais vestidos. Como era el ambiente, la luz, las sombras, las cosas, los muebles, el olor, los sonidos, las voces, el silencio, el tacto... Recuerda cómo te sentías, como se sentía la otra persona. Deja que la corriente de afecto y ternura pase otra vez por tu cuerpo y tu mente. Imprégnate de esa sensación. Siente el bienestar y el deleite que la situación conlleva. Siente el efecto de est tranquilidad sobre tu cuerpo. Descansa.
Pasaremos ahora a visualizar una escena de descanso en el paisaje más hermoso que recuerdes haber visto en toda tu vida. Ese lugar maravilloso que te evoca paz, reposo y serenidad. Donde es posible fundirse con la naturaleza, gozarla...
Obsérvate en ese paisaje, mirándolo, sintiéndolo, gozándolo. Rememora el espacio con todos tus sentidos: la luz, las sombras, los colores, la humedad, la temperatura, cómo es tu forma de vestir, tu actitud. Qué olores se sienten. Cómo es el aire, la brisa, la atmósfera, el cielo...
Deja que tu cuerpo y tu mente se integren ahora en este paisaje. Siente cómo todo tu cuerpo se impregna de esa sensación de paz y sosiego. Descansa”
En breves minutos es posible reproducir las visualizaciones expuestas, y pasar a un estado de concentración mental propio de la auto hipnosis. Podemos, a partir de ahí, pasar a visualizaciones más concretas, para solventar problemas personales o para entrenar habilidades. |