Las enseñanzas de Maquiavelo en El Padrino El Padrino, de Mario Puzo, reproduce en la familia Corleone estrategias y tácticas recogidas en El Príncipe, de Maquiavelo.
La determinación integral de la política no va a transitar por la vía puramente científica, sino que también tiende a convertirse en arte y técnica para la obtención, operación, preservación y aumento del Poder, sea éste para individuos o grupos bien estructurados.
En su parte aplicada, la política es convertida en un conjunto de técnicas para potenciar fortalezas y así acceder a la esfera de dominación y control. La fascinación que provoca el término Poder envuelve a la psique y actividades de la gran mayoría de personas, sobre todo cuando la ideología del sistema de vida hegemónico coloca al individualismo y la competitividad por encima de principios y valores humanistas.
Al conseguirse Poder, en cualquiera de los ámbitos de vida, la "intangibilidad" de su definición se vuelve algo concreto en las formas de comportamiento (social, cultural, política y económica). Poder es una palabra tan seductora, que viene explícita tanto en la obra política de Maquiavelo como la novela de Mario Puzo y su representación magistral en el film de Francis Ford Coppola.
El Padrino en su acepción literaria y fílmica reproduce estrategias y tácticas de El Príncipe, de Maquiavelo. Los diálogos y escenarios y actos que se muestran de la familia Corleone tienen ángulos convergentes con el escrito del siglo XVI, toda vez que:
A.- Para que Vito Corleone se posicionara en el Poder tuvo que adueñarse de los controles políticos, sociales y económicos del barrio italiano de Nueva York, a través del asesinato de Don Fanucci, quien tenía las actividades ilícitas de dicho entorno con un estilo muy personal de activar el terror entre los vecinos.
Parafraseando a Maquiavelo, el inmigrante siciliano tuvo que usurpar un espacio de Poder cometiendo todos los actos de crueldad que creyera convenientes para sus fines -en una sola exhibición-, a fin de no desgastar mayores esfuerzos y recursos al tener que repetir una y otra vez una acción de control. Así lo hizo Don Corleone: usó la crueldad en una sola ocasión, pero en forma contundente y espectacular. Esto logró que afianzara su Poder y viviera seguro, pues había logrado infundir temor y respeto.
Las enseñanzas de Maquiavelo en El Padrino El Padrino, de Mario Puzo, reproduce en la familia Corleone estrategias y tácticas recogidas en El Príncipe, de Maquiavelo.
B.- Al conquistar un nuevo "principado" la forma más recomendada por Maquiavelo es la utilización de fuerzas y armas propias, debiendo dejar como última opción el uso de grupos mercenarios. Al asesinar al viejo capo Fanucci se posicionó como nuevo jefe sin tener disputa de nadie. Si hubiera ordenado a sus compañeros pandilleros matar a esta figura, lo más probable es que hubiera desatado una revuelta de sucesión, derivándose en más muertes y pérdidas.
C.- Pasado este episodio, Don Corleone no tuvo mucha dificultad para establecerse como el personaje de Poder central, ya que el "territorio" ganado estaba ávido de cambios, pues había estado sometido a procedimientos de terror y coerción que ya le eran insoportables. Como nuevo "Príncipe" Don Corleone empleó nuevas tácticas para mantener y aumentar su Poder (que no provinieran de la extorsión o cobro de cuotas por protección), por medio de un sistema de "favores" y pago de sumas de dinero a aliados, socios menores y funcionarios gubernamentales.
La violencia aplicada fue selectiva, en virtud que la crueldad referida en las enseñanzas maquiavélicas sólo iba a ocuparse cuando en verdad fuera necesario, es decir, como último recurso. La violencia no era un fin, sino un medio para alcanzar Poder, riqueza y status.
D.- No todo lo que hace El Padrino coincide con las enseñanzas de Maquiavelo, sobre todo en lo que referente al respeto incondicional a la palabra empeñada. El florentino del siglo XVI estipuló que si todos los hombres fueran íntegros, el principio de engaño no sería necesario para quebrantar las promesas otorgadas.
Don Corleone defendía como valor inamovible la palabra ofrecida, vista como pacto de caballeros. Esto le retribuyó respeto, sometimiento y ganancias.
A diferencia de Maquiavelo que establecía que los hombres son perversos y mentirosos, por lo que no podía sostenerse largamente ninguna promesa. Sin embargo, para la ambientación de la trama de El Padrino esta característica le resultó ventajosa, en virtud de consiguió los fines que se requerían en una etapa temprana y media de su "imperio criminal".
La máxima de Maquiavelo parece recobrar su real dimensión cuando al final de su mandato, Don Corleone ya no tuvo respeto, fortaleza y confianza de los clanes rivales. El relevo generacional de Michael -su hijo- vino a dar contundencia al principio maquiavélico que nos referimos, pues una de las primeras acciones que ejecutó fue "darles duro y con todo a los traidores y a todo aquel que se pusiera en medio del camino". Al unísono se agenció de una táctica personal de disimulo, que le proporcionó la virtud de ocultar intenciones en su toma de decisiones y actos a desarrollar.
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